No se puede describir con palabras el gozo y la paz de aquél que acepta al pie de la letra lo que Dios dice. Las pruebas no lo perturban. Mensajes para los Jóvenes, p. 96
¡Cuánto te amo, Señor, fuerza mía! El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder dque me salva, ¡mi más alto escondite! Salmos 18:1, 2
Bien acompañada, y con personas que te entienden mejor que nadie... Seguro que ya te has hecho con el cariño de todo el personal.
ResponderEliminarRuth, que bueno que ya estés ahí....
ResponderEliminarÁnimo, el Señor está contigo en todo momento, y también estás en nuestras oraciones...
Un abrazo enorme....